Muchas veces creemos que el corazón de Dios se esconde en los lugares más altos del cielo, allí donde solo unos pocos pueden llegar a conocerlo. así que nos perdemos de la oportunidad de conocer el corazón de Dios porque creemos que se trata de algo fuera de este mundo, algo inalcanzable, lejano y distante.
Sin embargo, la Biblia es el cofre que contiene el tesoro más valioso de la creación, el corazón de Dios. La palabra es el lugar donde Dios decidió depositar su corazón para que sus hijos conocieran sus planes, sus sueños y su voluntad.
No estoy aquí para decirte que comiences a leer la Biblia, estoy aquí para decirte que comiences a descubrir el corazón de Dios en ella. Deja de verla como si fuera un libro de conocimiento y comienza a verla como lo que es, el corazón del Padre, el corazón de la persona que quieres conquistar.
Yo creo que si pudieras tener en tus manos el manual del corazón de la persona que te gusta, no dudarías en leerlo para saber cómo conquistarla. Pues déjame decirte que tienes en tus manos y a tu alcance la forma de conquistar el corazón del Amado del universo. Tienes la forma de ser el nuevo David de esta generación, que atrae el corazón de Dios a su propia vida y a la vida de otros.
Ciertamente, la palabra de Dios es viva, penetra hasta lo más profundo de tu alma y de tu espíritu (hebreos 4:12), te hace saber quién eres, de que estas hecho y cuál es tu propósito. La palabra de Dios te hace saber lo que Dios piensa de ti y lo que significas para él.
La Biblia no es solo un libro pesado con muchas hojas y con la mayor cantidad de impresiones en el mundo. La palabra de Dios fue pensada, diseñada e inspirada por él mismo (2 Timoteo 3:16), con el propósito de que conocieras hasta lo mas intimo de su ser.
No creo que la Biblia sea un registro de leyes y mandamientos únicamente, creo que va mas allá. Creo que la Biblia es el lugar donde Dios decidió exponer lo que le gusta y lo que no le gusta, lo que ama o lo que detesta. En otras palabras, en la Biblia Dios expuso su corazón para que tu le conocieras.
Si los jóvenes de esta generación queremos ser hombres y mujeres con un corazón conforme al de Dios, necesitamos entonces conocer ese mismo corazón al que queremos agradar. por que no se trata solo de alegrarnos al escuchar la palabra, es necesario llevarla a la práctica (Santiago 1:22). Búsquenla como verdadero tesoro porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón (Mateo 6:21).
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